miércoles, 17 de febrero de 2016

Capitulo 11

Le miré mientras un escalofrío recorría mi espalda. ¿Cómo no tenerle miedo si me decía eso? Vale que me hubiera salvado la vida, pero vamos, podía cambiar de opinión. Además, era muy normal sentir miedo de lo que dijo, sobretodo si no lo conocía del todo y si era mi enemigo por nacimiento.

-Hum... Espero que eso no quiera decir que me quieres matar-dije por lo bajo, aunque no obtuve respuesta, solo una mirada por el rabillo del ojo.

-Entremos-dijo rompiendo la tensión. 

-¿Bromeas?

-No, ¿por qué iba a hacerlo?

-No sé, ¿para relajar el ambiente? ¿Para hacerme sentir mejor?

-¿Por qué querría hacerte sentir mejor?

-Porque me salvaste la vida, se supone que tendríamos que tener un vínculo de esos raros. ¿O es que pasará en un mundo paralelo?

-En un mundo paralelo, después de salvarte, te estaría comiendo la boca porque estaríamos enamorados-dijo rodando los ojos, y yo bufé.

-Pues entremos-repetí sus frase de antes, la que había causado toda la conversación.

Se encogió de hombros y se adelantó unos pasos, como si fuera algo que hiciera normalmente. Con suerte, Dios me llevaría la contraria en cuanto a eso.

La estancia estaba medio a oscuras, así que apenas podíamos ver algo, solo como formas en la oscuridad. Y cuando encendió la luz, deseé que no lo hubiese hecho.

Una arcada me sobrevivo y me apoyé en su hombro escondiendo la cara en él tapándome la boca. Sus cuerpos sin vida me iban a perseguir. Y con cuerpos sin vida, me refiero a la serie de sirenas y tritrones apilados en un rincón con sus ojos sin vida ni brillo observándonos, como acusándonos de algo que no habíamos hecho, con la melancolía grabada a fondo en sus rostros tristes. Sangre manchaba el suelo debajo de ellos, aunque ya reseca.

-Así que aquí acababan-dijo con tranquilidad pero con la voz tensa y fría.

-¿Qué?

-Desaparecían una serie de personas sin motivo aparente. Y, lo peor, habían tenido algún conflicto con él.

-Ay, Dios mío, vamos a acabar ahí.

Negó tranquilamente rodeándome con un brazo para que me tranquilizase, mirando fijamente la pila de muertos.

-Será mejor que salgas de aquí-susurró muy tenso.

-Ya-asentí separándome y marchándome, pero al ver que se quedaba quieto como una estatua continuando examinando los cadáveres, cogí su mano tirando de él y haciéndole salir, encontrándonos con una chica hermosa que con un suspiro de alivio se lanzó a sus brazos besándole, y con su hermano Ronan.

Me los quedé mirando con cierta cara de asco mientras veía como compartían babas.

-Asqueroso, ¿verdad?-dijo Ronan a mi lado, y yo suspiré asintiendo-Te entiendo, los tengo que soportar así muy a menudo.

-Es horrible.

-Tienes razón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario