viernes, 19 de febrero de 2016

Capítulo 13

Me quedé pensando en lo que había pasado mientras insconcientemente acariciaba mi cuello. Sentía que Eider emanaba una frialdad increíble. No sé, era como si fuera un chuchillo afilado, pero hecho de hielo, que si ibas más allá pasándote, se convertía en fuego helado que te acuchillaba. Vale, con esa metáfora parecía que le odiaba, pero en verdad me parecía misterioso, con un aura que me causaba curiosidad e intriga, fascinación por saber lo que había más allá de aquel muro enorme que impedía acercarse a él. Me pregunto por qué se protegía con él.

Caminé por el bosque sin saber que hacer, tan solo quedándome frente al río de nuevo, esperando que apareciese y poder hablar con él, porque no sabía cuándo iba a salir, o cuántas horas de vida me quedaban.

Primero vi algo acercarse a toda velocidad, entonces las aguas temblaron y su cabeza salió. Sus ojos me observaban expectantes, fríos como témpanos de hielo. Y su rostro se mostraba desolado, como si hubiera perdido una parte de su vida, o de su corazón.

-¿Estás bien?

-Sí, ¿por qué no iba a estarlo?

-Luces mal.

-Gracias, tú también eres muy guapa-dijo irónico mientras su entrecejo se fruncía.

-No me refería a eso. Tu rostro se muestra triste, ¿qué te pasa?

-Ya te he dicho que nada, Delia. De hecho, me gustaría comentarte una cosa.

-¿Qué cosa?

Sonrió maligno, como si tuviera un plan brillante.

-Yo te daré la brújula.

-¿Pero...?-esperé su respuesta.

-Pero a cambio me tendrás que llevar como de viaje por todo el universo, de planeta en planeta, de dimensión en dimensión.

-Las brújulas no tienen esa función.

-No, tienes razón. Pero digamos que sin querer se cayó al Lago Hechizado.

-¿Qué es eso?

-El nombre no es muy original, Delia, deberías imaginarlo.

Bufé cruzándome de brazos, mientras él salía del agua cinvirtiéndose en humano con ropa. Detrás de él, Ronan acompañado de Liriel venía. Ésta, con una sonrisa encantadora, le abrazó una vez estuvo delante, y, mientras él estaba tenso, trató de besarle. Y he dicho trató.

-¿Qué pasa? ¿Por qué me rechazas?-siguió sonriendo, aunque su sonrisa flaqueaba.

-No sé, es que me ha hecho recordar a un delfín que conocía y que mi hermano alejó de mí porque le gustaba mucho-dijo con voz fría dando un paso hacia atrás, estando lo más alejado de ella posible.

Los ojos de Liriel se aclararon, y una mueca nerviosa se dibujó en su cara.

-¿Qué quieres decir?-rió fingiendo, creo, que no lo entendía, mientras Ronan estaba a su lado. Sin entenderlo.

-No sé, Liriel, dímelo tu. O, bueno, mejor no, tengo un largo camino por delante con Delia.

-¿Eh? ¿Es que vas a salir con ella?-preguntó confusa.

-No. Me voy a viajar con ella.

-En ningún momento di mi aprobación-intervení yo.

-Oh, vamos, Delia, ¿es que quieres quedarte en territorio enemigo, sin nadie a quien conozcas, para acabar como el asesino ese o peor?

-Pero es viajar por planetas donde hay criaturas más peligrosas aún.

-Estaremos bien. Solo ese viaje, y cuando vuelva, estaremos en paz.

-¿Cómo habéis transformado la brújula? O eso parece-opinó en voz alta Ronan.

-Eso es un secreto-su hermano le dirigió una mirada cargada de resentimiento. ¿Qué había pasado entre esos tres?

-Vámonos, Delia, nos esperan aventuras-dijo cogiendo mi muñeca tirando de ella. Se paró y se giró mirándoles-. Adiós-fue su fría despedida.

Y me arrastró mientras yo me quejaba y aprovechaba para chincharle:

-Que palabras tan bonitas. ¿Debo llamarte capitán Harfio?-reí y aunque su expresión permaneció seria, sus ojos, por una vez, me parecieron más cálidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario